El vértigo se trata de un síntoma de una patología. Es definido como una falta de estabilidad o una sensación de falta de equilibrio respecto al entorno. Se trata de una sensación de origen multifactorial, ya que son muchas las razones por la cual una persona puede llegar a percibir esa sensación. Una manera de clasificar los vértigos se basa en la localización de la enfermedad que lo causa y los divide en periféricos y centrales.

El vértigo periférico o del nervio craneal; encargado de llevar la información desde el oído al cerebro; es el causado por la afectación del laberinto (oído interno) o del propio nervio craneal. EL vértigo periférico es el más común y suele ir acompañado de otros síntomas como pérdida de audición, zumbidos, y presión y dolor en el oído.

La laberintitis o afectación del laberinto, implica irritación e hinchazón del oído interno, lo cual ocurre en ocasiones después de una infección en el oído o en vías respiratorias altas, o resfriado común. También ocurre cada vez con mayor frecuencia una especie de laberintitis de carácter crónico en pacientes alérgicos. El vértigo periférico también aparece tras consumir grandes cantidades de alcohol, en estados de fatiga, tabaquismo, estrés o uso de ciertos medicamentos.

El vértigo central es debido a la alteración de los mecanismos neurológicos del propio sistema vestibular, relacionado con el equilibrio y control espacial. Los síntomas como sensación anormal del movimiento, dificultad de enfoque y zumbido son menos intensos pero más prolongados que en el vértigo periférico.

El tratamiento que se sigue a cabo en estos casos dependerá de la causa que lo produce.

Para el tratamiento del vértigo central se debe identificar y tratar la causa subyacente por lo que debe ser diagnosticado previamente por el neurólogo.

En el caso de vértigo periférico, generalmente al ser causado por una infección desaparece en un breve periodo de tiempo, sin embargo la medicina alopático recurre para reducir la sensación de mareo causada por el vértigo a antihistamínicos, costicosteroides como la prednisona, compazine para aliviar las nauseas, o incluso sedantes como el valium.