Se trata de un hongo oportunista, que se encuentra de manera natural en la piel y las  mucosas del tracto digestivo, genitourinario, y respiratorio principalmente. Nuestro  organismo se encuentra en equilibrio con miles de millones de microorganismos que habitan en él. El  organismo posee capacidad para crear un estado de homeostasis donde los microorganismos  de diferente naturaleza, sean bacterias u hongos interaccionan entre ellos y con el medio  donde se encuentran.  Es el propio organismo el que se encarga de proporcionales las  condiciones del entorno, así como el pH, la temperatura mediante múltiples ajustes de  equilibrio dinámico controlados por mecanismos de regulación interrelacionados. El Sistema inmunológico también posee un papel importante, evita su propagación y por lo tanto el desequilibrio y la infección.

La manera de enfrentarse a C.albicans implica una serie de pasos a seguir

• En un primer momento un tratamiento a base de bicarbonato lo cual permite un aumento de pH general del organismo, creando un terreno hostil que impide la adhesión de C.albicans limitando su supervivencia así como su propagación.

• Este proceso de erradicación de la cepa supone un aumento de toxicidad a nivel sanguíneo que debe ser metabolizado por el hígado, por lo que el siguiente paso en el tratamiento resulta una depuración hepática mediante fitoterapia con la finalidad principal de eliminar todos los deshechos generados por la muerte de C.albicans.